Plaza De Piedra

Cerca del Pantheon, a pocos pasos de la conocida Vía Del Corso, esta una pequeña plaza con restos de un gigante templo romano y gracias a su grandeza, en los siglos fue utilizado para muchas cosas. Estamos hablando de Plaza de Piedra y el monumento de que vamos hablar es el templo de Adriano. Construido en honor del emperador Adriano, que murió en 138 d.c.; según la voluntad de su sucesor y hijo adoptivo, Antonio Pio, este templo tendría que tener dimensiones notables como podemos ver gracias a la ultima pared que queda.

Tenia forma rectangular y rodeado por una fila de columnas, exactamente 8 en el lado corto 13 su lo largo. Ahora queda el lado nord del templo, uno de los dos lados largos, y son 11 las columnas que podemos ver hoy, dos se destruyeron. Son columnas muy grandes tan que tienen diámetro alrededor de un metro y medio y un altura de 15 metros! Tienen surcos y tienen maravillosos capiteles corintios ademas son apoyadas sobre un imponente podio alto más de 4 metros. Esto pedestal, constituido por grandes bloques de ‘peperino’ (piedra volcánica) en origen cubiertos por placas de mármol, y actualmente enterrado pero todavía se puede ver. Durante los siglos la calle es ‘crecida’ alrededor de 4 metros y significa que hoy caminamos a la misma altura del podio de las columnas. También la grande celda del templo, en parte existente, esta construida con ‘peperino’ y esta recubierta, al interior como al exterior, con mármol muy blanco. Además al interior teníamos maravillosas mitad columnas con figuras que representaban una provincia romana. Algunos de estos espléndido bajorrelieves son conservados en los museo Capitolinos. El templo de Adriano, en origen, estaba colocando en el centro de una maravillosa plaza con pórticos (es decir los lados tenían columnas) que se abría verso la antigua Vía Lata (hoy conocida como Vía del Corso) con un gran arco triunfal. Esto arco, que con lo siglos se arruino, fue removido en 600. Con la caída del Empero Romano, como muchísimos monumento clásicos, el templo no fue utilizado más y se ruinó notablemente y tendríamos que tener cuenta del hecho que muchos de sus materiales (sobretodo en mármol) fueron tomados en la Media Edad y en época renacentista. El monumento volvió a ‘vivir’ solo muchos siglos después. En 1695 Francesco Fontana, con el ayuda del padre Carlo que era un famoso arquitecto de aquella época, fue encargado por Innocenzo XII de construir un palacio para la Dogana pontificia de tierra; así pensaron de utilizar los restos del templo de Adriano para la construcción de este palacio. A partir de 1831 se convirtió en la sede de la Borsa Valori de Roma, la tercera ciudad más antigua en Italia, y alrededor después 40 años, exactamente en 1873, se convirtió también en la sede de la Camara de Comercio de Roma. También hoy esta institución se encuentra aquí. El aspecto actual del edificio es el fruto de la restauración hecha al final del 800 que fue realizada por Vespignani exactamente cuando se convirtió en la Camara de Comercio. Sin embargo esto gigante de piedra con sus columnas macizas ya manifiesta su encanto y, después 2000 años, sus columnas infunden miedo. Una ultima curiosidad: si miramos a la octava columnas del templo (si se llega por Vía del Corso) a dos metros de altura, podemos ver un pequeños crucifico finamente tallado. No se conoce el autor pero, si analizamos su forma y diseño, se entiende que remonta al periodo medieval. Es un pecado que nadie ponga atención a esto pequeño obra.       

 

Giuseppe Rosselli

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