La columna es alta casi 40 metros (precisamente 39,83 metros); esta compuesta por un basamento, el fusto que solo llega a 29,77 metros de altura (100 “pies” romanos, altura estándar de todas las columnas), y desde el capitel encima del cual en origen había la estatua de el emperador. Hoy no hay la imagen en bronce dorado de Trajano, pero una imagen de San Pietro que fue colocada por voluntad de el Papa Sisto V en 1587. La característica más importante de la columna esta en el fusto. Esta formado por 17 tambores (llamados “rocchi”) de mármol pario (una variedad muy preciada de mármol blanco) los cuales están sobrepuestos uno con otro y que tienes un peso de casi 40 toneladas cada uno y un diámetro que llega casi a los 4 metros (casi 3,85 metros de la parte baja hasta llegar a los 3,20 metros cerca de la parte más alta). Encima se desenrolla con forma de espiral un friso, que empieza dese la base y llega hasta la cima después de haber echo 23 giros alrededor del fusto y que describe las fases mas importantes de las dos campañas militares conducidas por Trajano en Dacia en 101-103 d.c. y en 105-106 d.c. La Dacia era la hodierna Romania y era una región particularmente belicosa; su conquista fue muy importante no solo porque permitió proteger las fronteras del Imperio a este, pero también porque permitía a los romanos controlar la mayoría del Mar Negro, zona extremamente rica de carbón y oro. Este friso esta formado por 155 escenas, por un total de 2.500 figuras, que pueden ser consideradas los “frames” de una película que describen en manera minuciosa la historia de estos conflictos bélicos. Las figuras que constituyen estos “frames”, esculpidas en bajorrelieve, se vuelven siempre más grandes mano a mano que llegan a la parte mas alta de la columna. Este truco arquitectónico fue pensado porque quien esta observando las figuras desde abajo tiene la sensación de que tengan las mismas dimensiones, más se sube y más las figuras aumentan de grandeza. En origen la columna era colorada como cualquier otro monumento romano. Los colores, perdidos con el curso de los siglos, tenían que hacer los bajorrelieves esplendidos y mejor visibles respecto a ahora. ¡Estamos acostumbrados a ver los monumentos romanos, en travertino o mármol, “desnudos” y blancos sin entender que el mundo de los romanos era un mundo con “colores”! No sabemos con certeza quien fue el autor de la columna; es probable que haya sido Apolodoro de Damasco, el arquitecto preelegido de Trajano que había diseñado el entero Foro Trajano donde en el centro se halla la columna. Una precisión de carácter arquitectónico: esta columna, como casi todas columnas romanas, es una columna “coclide” (traducida desde el latín cohlis-idis, “pequeño caracol”), es decir una columna que a su interno hay una escalera de caracol que lleva asta la cima. Esta formada por 185 escalones que reciben la luz de 43 ranuras que se abren en el friso. El termino coclide poco a poco empezó a indicar también las columnas que tenían un friso externo que salía a “espiral”, desde abajo asta el alto. El friso de la columna trajana supera compresivamente los 200 metros. El pedestal de la columna es como un gran cubo de mármol con las paredes decoradas con bajorrelieves que describen armas y armaduras del enemigo. En uno de sus lados se abre una puerta que conduce a la rampa de la escalera de caracol y a tres pequeñas habitaciones hoy vacías; la mas grande de estas habitaciones, en origen, tenía que acoger la urna del emperador y de su esposa Plotina. Por lo tanto, cosa que no todos saben, la columna, a parte de recordar las empresas de Trajano, era también una tumba. Una ultima curiosidad: apoyada al pedestal de la columna, fue construida cerca del año 1000, una pequeña capilla dedicada a San Nicol. Esta capilla, que fue abatida en la primera parte del Quinientos, fue habitada en el Trecientos por un eremita que, hacía sonar, gracias a una larga cuerda, una campanilla en la cima de la columna. ¡Esto quiere decir que en el medioevo este extraordinario monumento fue usado como campanil!
Giuseppe Rosselli
