Colina en la cual demoran los poetas de la antigüedad, el Palatino (probablemente habitado desde X siglo a.c.) esta invadido cada año por millones de turistas que quedan maravillados por la grandeza de los restos de las villas imperiales; de hecho, más de haber sido la zona de Roma en la cual surgían las demoras de importantes personajes del periodo Republicano (509 a.c. – 27 a.c.), políticos pero también literarios y oradores (Cicerón, Hortensio y Marco Antonio sobre todos), es durante el periodo imperial que se afirma como el barrio del poder, cuando Ottaviano Augusto, el primero emperador (fundió el Imperio el 27 a.c. y murió el 14 d.c.), decidió colocar su nueva residencia. Su ejemplo fue seguido por muchos otros emperadores como Tiberio, Calígula, Nerones, los Flavios y Septimio Severo, cada uno de los cuales adornó y amplió las demoras, haciendo que la colina, al final del imperio, fuera casi un única e inmensa sucesión de palacios imperiales. Todavía ahora es fácilmente previsible la grandeza y la pomposidad que tenían que dominar algunos ambientes. ¡El centro del poder!  La “domus Augustana”, la “domus Flavia”, la “Casa di Livia” (por el nombre de la esposa de Augusto; casa famosa por las esplendidas pinturas) y la de los “Grifi”, el “Criptoportico” (ultima parte de un verdadero túnel subterráneo que desde la Domus Aurea llevaba asta el Palatino) y el estadio de Domiciano, son solo algunos de los restos más espectaculares presentes en ello. Después de la caída del imperio romano, el Palatino fue la sede del rey de los Godos Teodorico antes de devenir una gigantesca cueva, mina insaturable de travertino y piedra. Renació como sito en 1500, en el renacimiento, cuando los Farnese, encima de los restos de la “domus Tiberiana”, organizaron esplendidos jardines (los “Orti Farnesiani”) las cuales terrazas, que dan sobre los Foros Romanos, representan una de las vistas mas sugestivas de Roma. Desde ellas, mas de admirara las bellezas del centro político-administrativo de la Roma antigua, se puede ver el Altar de la Patria, el Coliseo y también loas Foros Imperiales y los mercados trajanos. La vista es impresionante. En fin, una curiosidad muy importante sobre este sito y ligada a su nombre: el termino italiano “palazzo”, en inglés “palace”, en francés “palais” y en español “palacio” parecen derivar por el nombre de esta colina o mejor dicho por la parte más elevada que los Romanos llamaban “palatium” y que vine adoptado, por extensión, para definir edificios de considerables dimensiones.       

Giuseppe Rosselli