Este esplendido templo, construido probablemente en el IV siglo a.c., era dedicado a una divinidad fluvial particularmente amada: Portunus. Este era el Dios de los puertos fluviales y, como tal, también “el protector” de los comercios (fluviales), era fuertemente venerado en la antigua Roma, tanto lo era que el 17 de agosto se celebraban i Portuanlia, fiestas en su honor que se ejercían en el antiguo Puerto Tiberino. De frente al antedicho puerto se encontraba el Templo el cual aspecto actual remonta a la segunda parte del II siglo a.c. El templo, que se halla encima de un podium cubierto por lastras de travertino, tiene forma rectangular y esta construido por una celda y un pronao situado delante de la misma. Las columnas son en travertino y los capiteles de orden iónico; esplendido el arquitrabe un friso de festones colgados a los candelabros. La celda es en tufo como las semi columnas que la distinguen. Es un templo muy bien conservado y, puede que el motivo por lo cual lo sea, reside en el hecho que a partir del fin del IX siglio fue “convertido” en iglesia cristiana. Fue dedicada antes a Santa Maria de gradellis, puede ser por la proximidad de una escalinata que llegaba a las ribas del río, así que, a parir no se sabe bien de cual periodo y sobre todo no se conoce bien el motivo, a la singular figura de Santa Maria Egiziaca. En 1571 pasó a la comunidad Armenia de Roma y quedo lugar de culto asta el 1921, cuando la iglesia fe desconsagrar y fue restablecido el antiguo templo romano. Aunque haya sido restablecido el antiguo templo pagano, al interno son a aun visibles los frescos que describen las escenas de la vida de la Santa y que nos hacen comprender como su culto fuera muy pasional. ¿Pero quien era Santa María Egiziaca? No todos saben la particularísima historia de esta chica egipcia, vivida entra el IV y el V siglo, que se ganaba la vida haciendo de prostituta y que, convertida, mientras se encontraba en Tierra Santa, eligió tener una vida de eremita en el desierto más allá del Giordano. Santificada poco después, fue considerada, la protectora de las prostitutas y vino venerada por la Iglesia Católica y la Ortodoxa y la Copta. Volviendo a “nuestro” Templo de Portunus, a partir de cuando fue convertido a iglesia dedicada a María Egiziaca, fue mitad, cada 1° de abril (día en el cual se celebra la Santa), de peregrinaje de meretrices y penitentes provenientes desde cualquier zona de Roma y no solo. Por lo tanto, en el corazón del quinientos, en la Roma dominada por el Papado y por un “aparente” fanatismo moral, era usual, cada 1° de abril, ver una multitud de prostitutas abarrotar las zonas cercanas nuestro templo y asistir a la función religiosa en el cual se hacía. Todo ocurría bajo los ojos divertidos y “curiosos” de muchísimas personas que asistían a la escena…

Giuseppe Rosselli